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Torta de aceite

Una de las primeras recetas que aprendí a hacer de peque y que pasé a mis hijos antes de que aprendieran su DNI.

Estoy segura de haber este post antes... tal vez lo hice para algún otro blog para los que he escrito, o tal vez es la edad y estoy imaginando cosas. En fin, si ya lo leyeron, pasan de largo este palabrerío y van directo a la receta, y si no conocen la historia y tienen algo de tiempo libre, la leen.

Cuando tenía 12 años, por circunstancias que son difíciles de descifrar aún para mí, me tocó venir a vivir a la Patagonia. Mi papá estaba acá y se le ocurrió que era buena idea, que acá habría mejor aire para mí. Esto fue a principios de los noventa y tal vez recuerden que en esa época no se le preguntaba a los chicos su opinión acerca de las cosas. Así es que en octubre de 1991 aterricé en Trelew.

El plan de mi papá no fue taaaan magistral porque trabajaba muchas horas fuera de casa y yo me quedaba sola. Por suerte, mi tía Alicia vivía cerca y me recibió con los brazos abiertos. En ese momento mis primos tenían 13, 10 y 2 años, o más o menos. Los dos mayores, Gustavo y Gabriel y la peque, Itatí. Los tres mayores inventábamos las mejores formas de divertirnos: construíamos fuertes, inventábamos chistes, éramos policías en bicicleta, y sobre todo, íbamos de pesca.

Los viajes a la playa eran lo máximo. Salíamos temprano con todo el equipamiento porque el día era largo y las actividades muchas. De todas las cosas que no podían faltar, la más importante era la torta para la merienda. No sé por qué, pero en la playa no se compraba nada, si no lo llevábamos, no había. Así que mi tía me enseñó esta receta y yo me encargaba de que los viernes a la tarde siempre hubiera una lista. No vaya a ser cosa que surgiera un viaje playero y no estábamos a punto.

En aquellos tiempos, la versión que se consideraba clásica era una que hacíamos en una pizzera, con cubitos de dulce de membrillo perfectamente alineados y tooooda espolvoreada con azúcar. Hecha en una pizzera hace que rinda muchas porciones y que sea fácil de servir, les recomiendo intentar.

Torta de aceite

2 huevos

3/4 taza de azúcar

1/2 taza de aceite

2 tazas de harina leudante

1/2 taza de leche (puede ser agua para una versión sin lácteos)

Vainilla o ralladura de limón

Versión marmolada

1/8 taza de cacao amargo

Preparación

1. Encender el horno a 175° y enmantecar un molde que elijan.

2. Batir los huevos y el azúcar hasta tener una espuma blanquita y firme.

3. Añadir el aceite y continuar batiendo hasta que esté totalmente integrado. Se tiene que ver como una espuma. Perfumar a gusto.

4. Incorporar de manera intercalada las dos tazas de harina y la leche. Acá ya no hace falta batir, con incorporar está bien.

5. Si van a hacer la versión marmolada, dividan la masa en dos partes y agreguen el cacao a una de ellas. Viertan en el molde intercalando las dos masas.

5. Verter en el molde y cocinar entre 25 y 35 minutos dependiendo de cuán playo sea.

6. Servir acompañado de lo que más les guste.