Nunca deben menospreciar la importancia de la cesta de panes en la mesa.
Mis lectores más antiguos saben que en mi familia hay alguno quisquillosos que demandan un poco de dedicación extra para quedar satisfechos. En mi casa suele haber un surtido de ensaladas y comidas vegetarianas, algún plato con carne, crackers y queso, para más o menos garantizar que todos coman. Pero en más de una ocasión, en reuniones sociales, mi maridismo y mi hija se han ido sin comer. Seguramente los vegetarianos, celíacos y veganos dirán que sí.
Para evitar esto en mi casa, o cuando me toca llevar algo a una reunión, intento que el bocado que llevo cumpla con la mayor cantidad de condiciones posibles para que eventualmente sirva de comida. A veces llevo un dip vegano (hummus u otro) y una canasta de panes y galletas, a veces una ensalada muy completa o una picada.
En fin, la cuestión es que la canasta de panes puede ser una salvación para el que no encontró nada que comer y es por eso que hay que esmerarse. La canasta principal debería incluir pan blanco, pan integral, un pan agridulce tipo italiano, un focaccia y algún briochado o bizcocho. En un mundo ideal, la canasta de panes sin gluten estaría aparte y debería ser igual de completa.
Lo que hoy les propongo es un bizcocho que lleva 5 minutos de preparación y rinde 24 unidades, un montón. Tiene la particularidad de ser una base que va muy bien con aditivos dulces y salados, así que pueden dividir la masa y hacer dos versiones en una sola horneada. Como si fuera poco, esta receta queda igual de fantástica con casi cualquier mezcla de harinas sin tacc. Mi elección de harina integral también es modificable por harina blanca. No se puede pedir más.
Mi combinación de sabores es absolutamente circunstancial. Justo tenía salvia y justo tenía queso. Lo que se les ocurra va a estar bien, se los prometo. Pero les dejo alguna de mis combinaciones y sabores favoritas:
*Jamón crudo y tomates
*Aceitunas y romero
*Arándanos ácidos y salvia
*Salame y queso, obvio
*Naranja y pimienta
Preparación: 5 minutos
Horneado 10 minutos
275g harina común (trigo, trigo integral, mezcla sin tacc, cualquiera)
100g polenta
3 cdas azúcar
1 cda de polvo de hornear
100g manteca
1 cdta sal
1 taza de leche entera
2 cdas jugo de limón
1 ramito de salvia
1/2 taza de queso rallado
1. Enciendan el horno a 190°
2. Pongan la leche en una taza y agreguen el jugo de limón. Dejen reposar mientras preparan el resto.
3. Pongan los ingredientes secos en un bowl y mezclen bien.
4. Agreguen la manteca cortada en cubos y con ayuda de un tenedor o con los dedos, rómpanla hasta que queden trocitos del tamaño de una arveja. Pueden hacerlo en el recipiente del minipymer dando 3 o 4 pulsaciones.
5. Agreguen la leche e integren con un par de movimientos con la cuchara. Es importante no amasar nada de nada. Sólo integrar. Si usan harina de trigo tengan especial cuidado porque no queremos una masa gomosa. Tiene que ser irregular y que parezca que le falta integrar aún.
6. Añadir los saborizantes y mezclar groseramente.
7. Rociar una placa con spray vegetal y servir porciones con una cuchara sopera. Deberían poder hacer 24 biscuits.
8. Hornear durante 10 minutos.
9. Retirar y servir tibios. Oh my.
Sean lindos maléficos y siempre piensen que hay alguien que puede estar esperando su bella comida considerada. Comentarios y sugerencias, los espero.
